La vivienda vuelve a ser la inversión refugio de los ahorradores y los inversores minoristas que buscan elevadas rentabilidades y poco riesgo. Comprar un piso para ponerlo en el mercado del alquiler ofrece una rentabilidad bruta media del 4,4% anual. Si a ello se le suma la re-valorización a 12 meses, la cifra asciende al 8,4%.
Ésta es la media nacional; en ciudades como Madrid o Barcelona las tasas son superiores, sobre todo en las zonas céntricas, que se acercan al 20%, ya que se encarecen con fuerza.
Ésta es la media nacional; en ciudades como Madrid o Barcelona las tasas son superiores, sobre todo en las zonas céntricas, que se acercan al 20%, ya que se encarecen con fuerza.
El sector residencial enfila 2017 como su año de consolidación. Para empezar, los pisos se encarecen de forma notable. Los analistas pronostican que los incrementos rondarán, de nuevo, el 5%. Además, las ventas crecen con fuerza. Ya lo hicieron un 13,6% el año pasado, y la previsión es que suban más de un 10% en éste. Al tiempo, el riego hipotecario va fluyendo y los alquileres se revalorizan a marchas forzadas, nada menos un 15,9% el año pasado.
¿Es un buen momento para comprar una casa y ponerla en el mercado del arrendamiento para obtener ganancias? La respuesta generalizada de los expertos inmobiliarios consultados es un “sí” rotundo, cada vez con menos dudas. Eso sí, la elección de la inversión es fundamental. Por ejemplo, Jorge Ripoll, director de Estudios de Tinsa, apunta que lo mejor es comprar “pisos pequeños en zonas consolidadas de las grandes urbes, que tienen un mercado de alquiler más líquido”.
